Podría aumentar la mortandad masiva de peces en tres puntos de la provincia
En una franja de costa de alrededor de 20 kilómetros, aparecieron peces muertos en la orilla de la Laguna del Plata, en la localidad de Vera y Pintado. En este contexto, especialistas afirmaron que el riesgo de repetirse el caso de Laguna del Plata no sería nada extraño.
Lo cierto es que la triste escena dependería de un abanico de factores naturales, intensificados por la influencia del hombre. En rigor, las condiciones de sequía, calor y bajante fueron las que propiciaron la masiva muerte de los ejemplares.
El agua, al estar más baja, se calienta más fácilmente por el sol y a mayor temperatura los peces requieren mayor oxígeno. En una fluctuación de temperaturas de fresco a la noche y calor en el día, los peces pueden adaptarse, pero, al mantenerse temperaturas constantes por encima de los 35 grados, llega un momento en que no pueden tolerarlo, lo que deriva en una mortandad de forma masiva.
Los especialistas indicaron, además, que todos los espejos de agua de la provincia, exceptuando el cauce principal del Paraná, están en riesgo. Cabe la salvedad que en cuerpos de agua que tienen corriente, donde hay oxigenación, que tienen cierta profundidad y los peces tienen refugio de las altas temperaturas, es menos probable que ocurra algo similar.
En tanto, sobre el tendal de peces muertos, como evidencia Laguna del Plata, podría ocasionar una importante contaminación ambiental si no logra limpiarse a tiempo, ya que los pescados empezarían a descomponerse, afectando las aguas.