La Universidad Pública toma las calles

La historia de la Universidad pública en Argentina tiene historia, la Reforma de 1918, la represión sufrida en la “Noche de los Bastones Largos”, el Cordobazo, las luchas militantes de los años ’70, las manifestaciones contra la Ley de Educación Superior del menemismo y la defensa de la gratuidad a principios del siglo XXI son episodios que conforman la larga y rica historia de lucha que posee la comunidad estudiantil y universitaria de Argentina.

El 23 de abril, ganó las calles del país en defensa de las casas de altos estudios, frente a la política de desfinanciamiento que aplica el gobierno del presidente Javier Milei.

Los orígenes de este movimiento universitario que pugnó por una universidad pública gratuita, de calidad, con libertad de cátedras, concursos y un cogobierno entre docentes, graduados y estudiantes llegan a la primera década del siglo XX. La autonomía universitaria es una responsabilidad adquirida por estas instituciones que deben administrar sus recursos y su organización de forma eficaz y eficiente. Esa norma, que permitió la llegada de Hipólito Yrigoyen a la presidencia, posibilitó en Argentina el surgimiento de un clima de agitación política y sindical que se trasladó a las universidades públicas, donde los estudiantes comenzaron a exigir reformas y participación en el gobierno de las instituciones.

Los rectores de las universidades públicas nacionales referentes de la provincia de Santa Fe expusieron su visión y situación

Franco Bartolacci rector de la Universidad Nacional de Rosario dijo “el problema que tenemos es igual en todo el sistema universitario público lo que hay es una dificultad objetiva si no se revierte la situación presupuestaria de poder garantizar la continuidad de las actividades que desarrollamos, nosotros estamos con un presupuesto con valores del 2022 hubo un incremento del 70% en la cuota de marzo, pero al mismo tiempo hubo un 300% de inflación, ese desajuste entre lo percibido y la inflación es lo que imposibilita que podamos desarrollar con normalidad las actividades a lo largo de todo el año. Lo que pedimos es, actualización razonable del presupuesto que pueda acompañar razonablemente el proceso inflacionario, reactivación del programa de obras, del programa de infraestructura que hoy están paradas, reclamamos que se encuentre en el ámbito paritario nacional, un acuerdo razonable que pueda recomponer la pérdida del poder adquisitivo del salario del personal docente y no decente de las universidades, pedimos también que se sostengan los programas de becas nacionales que hoy son muy importantes para muchos estudiantes en muchos casos definitorios para la continuidad de sus estudios y pedimos también se garantice el financiamiento del sistema científico que la situación es más crítica aún que la que atraviesan las universidades y nos impacta no solo nos importa la ciencia sino porque además somos parte de la misma comunidad”.

Larisa Carrera, Vicerrectora de la Universidad Nacional del Litoral declaró “estamos convocando a toda la sociedad argentina a sumarse a una demostración del valor que la educación y la universidad pública tienen para nuestra ciudadanía. Hoy las universidades están sufriendo un enorme atraso en su presupuesto que está poniendo en riesgo las funciones que habitualmente la universidad desarrolla La docencia, la investigación, la proyección internacional de sus estudiantes, profesores, investigadores,  la función social que la universidad argentina tiene y que es ejemplo en el país y en el mundo como lo son los profesionales que se forman en ella. El presupuesto que nos están enviando se aprobó a finales del 2022, es el mismo. Luego de más del 300% de inflación desde ese momento hasta ahora, enviaron hoy 22 de abril un 70% de aumento para los gastos de funcionamiento solamente que representan menos del 10% del total del presupuesto universitario. Considerando la inflación que hubo, que hay y la proyectada, la situación es muy complicada”.  

Eduardo Donnet, decano de UTN regional Santa Fe, expresó “definimos a la educación como un derecho humano. Las universidades nacionales formamos parte del sistema, entendemos a éste como un conjunto integrado y no como parte de un sistema fragmentado por niveles y jurisdicciones, donde son complementados los saberes, donde se potencian y se alimentan cada uno de los ciclos. El rol de la universidad como transformador social, tiene significancia como bien público de toda la sociedad, obligación de transferir para generar un impacto real al sistema socio-productivo. Fortalecer el espíritu crítico del estudiante, necesitamos un estado presente y un financiamiento que se corresponda, y evitar que los universitarios seamos solo una fábrica de profesionales (sin criterio político) y prestando servicios de consultora (de privilegio). Y por sobre todas las cosas, dar herramientas y conocimientos a los excluidos del sistema, para generar nuevas y más novedosas formas de producción, donde las y los ciudadanos encontremos el lugar del desarrollo y crecimiento.En definitiva y como bien supremo, favorecer a los más postergados igualando posibilidades reales de formación, capacitación, conocimiento, trabajo y desarrollo”.

Representantes estudiantiles

La Federación Universitaria Argentina (FUA) representa y defiende los derechos de los estudiantes ante las autoridades nacionales y universitarias, además de articular acciones con otras entidades de representación gremial y de la sociedad civil, tanto nacionales como internacionales. La institución fue creada el 11 de abril de 1918 en los meses previos a la Reforma Universitaria, promoviendo la necesidad de transformar la Universidad sobre las bases de una verdadera autonomía, defendiendo el principio del cogobierno igualitario entre docentes, graduados y estudiantes, la asistencia libre a clases y  el régimen de concursos públicos de antecedentes y oposición como vía para acceder a los cargos docentes.

Piera Fernández, presidente de la FUA aclaró “desde la federación universitari argentina formamos parte de la mesa organizadora de la marcha del 23, junto con el frente sindical y con el CIN, donde marchamos fundamentalmente para defender el derecho a la educación como un derecho humano fundamental, para defender a nuestras universidades públicas, para que permanezcan abiertas y para que puedan garantizar su excelencia académica y su inclusión educativa, y esto lo hacemos en el marco de un ajuste brutal a las universidades nacionales por parte del gobierno nacional que se da en tres puntos claves el primero tiene que ver con la cuestión presupuestaria, por un lado para gastos de funcionamiento que fue congelado producto de la prórroga 2023 para 2024 esto tiene que ver con el pago de todo lo que tiene que ver con la universidad las becas, la luz, el mobiliario, etc. que en un contexto de 287% de inflación. Un segundo punto clave es, el reclamo salarial docente y no docente, que han perdido 50 puntos contra la inflación que han perdido casi el doble del poder adquisitivo de su salario que otros trabajadores estatales que también están perdiendo poder adquisitivo de su salario fuertemente en este contexto y un tercer punto clave por la necesidad de actualizar los montos de las becas nacionales como son las becas progresar que han sido congelados en un contexto donde para los estudiantes han aumentado los alquileres, el transporte, los servicios, los apuntes, la comida, y que realmente esta decisión del gobierno de congelar los montos de las becas y elevar los requisitos para poder acceder a las becas universitarias ponen en riesgo el acceso, la permanencia y el egreso de la universidad pública, por estos tres puntos claves, por esta campaña de desprestigio que está haciendo el gobierno nacional sobre las universidades y en defensa de las mismas para poder garantizar su funcionamiento y su excelencia, salimos toda la comunidad a defender a nuestras universidades y a defender también un proyecto de futuro para nuestro país que no es posible sin educación pública”.

Desde la Federación Universitaria de Rosario (FUR) Flor del Alba Cruz expresó “nuestra postura es en defensa de la educación pública y de calidad; esto es imposible si no existe la decisión política del gobierno nacional en ejecutar un presupuesto acorde al 300% de inflación que venimos teniendo, con un presupuesto a valores de septiembre del 2022. Por eso salimos a las calles en la marcha federal educativa, y además, gobierne quien gobierne venimos reflejando que la Universidad es una institución que es pulmón de la democracia, fomenta el pensamiento crítico y en particular nuestro sistema educativo es único en Latinoamérica y el mundo. Cuidemos algo que funciona bien y que trae excelente resultados”.  

De la misma forma se expidió Franco Maggi presidente de la Federación Universitaria del Litoral (FUL) “el posicionamiento que toma la FUL es acompañar las jornadas de visibilización de la grave problemática que está atravesando el sistema universitario, en su conjunto como así también, en particular, la Universidad Nacional del Litoral para marcar el porqué del abrazo simbólico realizado, tenemos que remontarnos a datos numéricos, que no dejan dudas y no hay lugar a errores, el sistema universitario no tiene una ley, el presupuesto de universidad nace de una ley del congreso nacional. No hay ley de presupuesto para universidades para el 2024, sí hubo para el 2023 que fue sancionada en septiembre de 2022, en septiembre de 2023 no hubo una ley para el 2024, entonces se decidió por parte del gobierno prorrogar el presupuesto 2023 para 2024, el mismo valor monetario, y cual es el problema, que hubo un 300% de inflación. Entonces las universidades tienen que valerse de sus herramientas para poder afrontar los mismos gastos que el año pasado, aumentados en un 300%. En ese sentido, marchamos para que el gobierno tome dimensión de la gravedad del asunto, para que tome como política de estado la educación y para que ajuste el presupuesto a valores de 2024. Porque el presupuesto históricamente es 90% salarios, 10% gastos de funcionamiento, dentro de los gastos de funcionamiento tenemos las becas, la investigación, la extensión, el pago de los servicios, hoy en día esa proporción es 96% sueldos, 4% gastos de funcionamiento, y ese 4% más de la mitad se va a luz, o sea que con la otra mitad con un 2% las becas, la investigación, la extensión, el gas, y todos los otros servicios de obra pública obviamente. Por eso, estamos pidiendo básicamente que se actualice el presupuesto, porque si no se actualiza está afectando la calidad educativa, está afectando nuestra excelencia académica que nuestra universidad se caracteriza por la misma”.

Diversas voces hablando de lo mismo, nos empujan a ver un amplio panorama, por ello te invitamos a leer la continuidad de esta nota que busca profundizar en la problemática.