Medicina privada: la evolución de las cuotas en Santa Fe

Por Patricio Dobal

Mientras el Gobierno nacional le apunta  a las empresas de medicina prepaga por aumentar sus aranceles mensuales por encima de la inflación, cuando casi cinco meses la misma administración decidió desregular ese sector, los usuarios hacen malabares para sostener el pago de cuotas.

Por lo pronto, este miércoles el vocero prosindical, Manuel Adorni, anunció que las empresas de medicina prepagas deberán dar marcha atrás con los aumentos en las cuotas, retrotrayendo los precios de las cuotas a diciembre de 2023 y a partir de ese mes ajustando sus aumentos acorde al índice de inflación.

La decisión -sobre la que no se conocen detalles de la implementación- va en sintonía con una denuncia hecha por el Ministerio de Economía de la Nación por presunta cartelización de un puñado de compañías que a criterio de la Casa Rosada, habrían pactado una suba desmedida de las cuotas. En el medio, la renuncia de Claudio Belocopitt -propietario de la firma Swiss Medical- a la titularidad de la Unión Argentina de Salud (UAS), hizo ruido el martes luego de fuertes acusaciones personales del gabinete de Javier Milei.

Ahora bien, al margen de las fuertes subas en las empresas de medicina prepaga nacionales, en Santa Fe y otras zonas, preparan planes de salud privada regionales, prestados por clínicas y sanatorios que también han incrementado sus tarifas.

Rodrigo Sánchez Almeyra, vicepresidente de la Asociación de Clínicas de Rosario, admitió la actualización de los valores, pero consideró que “se actualizaron a razón de un 20% o 25% debajo de los aranceles de las prepagas nacionales en los últimos 4 meses”.

“Hemos tenido que recomponer precios porque había que pagarle a los prestadores que estaban más deteriorados aún que la medicina prepaga”, justificó el representante de la salud privada, en declaraciones a RTS Medios.

Respecto de la continuidad o no del número de afiliados a planes de salud privados en el sur santafesino, Sánchez Almeyra fue claro: “Se ha notado una baja, pero muy pequeña, por debajo del 5%, expuso, aunque sí reconoció “que ha habido migración de planes”.

“Hay planes altos que no consideran el pago de coseguros, los usuarios no tienen que pagar nada por una práctica y hay planes más bajos que pagan coseguros, sobre todo por la parte ambulatoria, nunca por la internación o por las cirugías. Esos últimos planes mencionados son más económicos y mucha gente tuvo que acceder a esos planes por lo que significa pagar por un servicio de mayor cobertura”, puntualizó el referente de la Asociación de Clínicas.

El plan del Gobierno

“Las cuotas que le lleguen a los afiliados deben retrotraerse a diciembre de 2023, ajustadas por IPC. Va a ser una reducción considerable con respecto a lo que pagaron en abril”, remarcó el portavoz del Presidente.

Es decir, si se contempla una inflación del 10% para el mes de abril y el incremento del 151% de las cuotas de medicina prepaga, se trataría de una reducción del 33%. De esta manera, las empresas deberían cobrar una cuota en mayo que no fuera superior al 70% de la facturada en diciembre del año pasado.

“Este es el resultado de una medida de ´tutela anticipada´ que se dictó a raíz de una denuncia por presunta cartelización. El Gobierno no va a convalidar maniobras especulativas desde ningún punto de vista”, remarcó el vocero.

A su vez, se refirió la presentación de una medida cautelar ante la Justicia realizada por la Superintendencia de Salud: “Es para obligar a las empresas que concentran el 90% del mercado de medicinas prepagas a retrotraer el valor de las cuotas y devolver a los afiliados el monto por encima de la inflación que cobraron desde diciembre a la fecha”.

En ese sentido, Adorni aclaró que la Superintendencia de Salud tendrá un rol de auditor: “No controla más los precios, pero sí busca garantizar la libre competencia y la libertad de elegir en beneficio de los argentinos”.