Tarifa de aguas santafesinas

Se espera un aumento en los costos de consumo de agua potable en la provincia, un aumento anunciado del 190% y los próximos correspondientes a la habilitación que realizaron al ente prestador del servicio.

En este sentido, desde la empresa se va a presentar una propuesta a la legislatura santafesina para modificar el régimen tarifario haciendo hincapié en la micromedición. Empezar a medir el consumo de agua con esta nueva fórmula para así, modificar el precio del consumo por habitante.  

Actualmente se mide por consumo presunto, teniendo en cuenta la cantidad de metros cuadrados de los domicilios, lo que genera tarifas elevadas para consumidores que no utilizan desmedidamente en servicio. A partir de la implementación del medidor de aguas, se comprobó que las facturas de los usuarios bajó notablemente, porque el usuario cuida más el consumo, con esta nueva modalidad se espera que sea más justo el sistema de medición y cobro.

El vocero de la empresa, Guillermo Lanfranco, Gerente de comunicación de ASSA, inició la charla destacando que el régimen tarifario está aplicado desde el año 1994, cuando se privatizó el servicio, una privatización que tuvo 10 años de duración, luego la empresa volvió al estado provincial, pero sigue manteniendo este régimen, que no se adapta a las nuevas realidades y necesidades que vivimos. 

“Un 80% de los usuarios se mide por un consumo presunto, no real, nosotros hacemos un cálculo de aguas y si tiene cloacas se le suma al costo, y se calcula acorde a la superficie de la vivienda (terreno que ocupa y superficie construida). Es un consumo presunto que no se adapta a la realidad, puede ser más o menos cercano a lo que pasa en realidad, pero no es la realidad” explicó el funcionario. 

Es por eso que se busca implementar el medidor en las propiedades. El problema se plantea en las viviendas horizontales diseñadas con un único ingreso del servicio, y de la distribución que se hace a cada departamento sin poder medir individualmente. Lo que se solicita a las localidades y ciudades, es que adapten la legislación constructiva a la colocación de medidores de consumo, para realizar una sola medición, una sola facturación y después cada edificio pueda prorratear el consumo entre los habitantes y de esta forma se comprobó que el gasto es menor para cada usuario.