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El adiós al último de los artífices de la historia de Colón

Norberto “Chijí” Serenotti, uno de los jugadores titulares del equipo del ‘64, falleció a los 84 añosen su San Justo natal. Esa jugada del gol que Chijí arrancó por la mitad de cancha pegada a la línea, fue el puntapie para que el estadio de Colón reciba el nombre de “Cementerio de los Elefantes”.

Por Daiana Canavesio Elizalde

En cualquier charla por su ciudad, cuando el tema de conversación era Colón y en especial ese partido, a Chijí se le alegraba el tono de su voz. De hecho, también lo reconocía su familia: “hablar de Colón es una de las cosas que más lo alegra” solia decir su hijo, devenido en su vocero de prensa cuando respondía los mensajes de periodistas.

“Yo a Colón lo llevo en la sangre. Es lo que más quiero y que todavía se acuerden de ese partido y nos lo reconozcan me hace muy felíz”, se lo escuchaba repetir ante cada entravista.

Era oriundo de la ciudad de San Justo, cabecera del departamento homónimo, donde debutó en primera con los colores de Sanjustino con tan sólo 15 años.

Siendo jugador fue goleador del equipo y se consagró campeón en dos oportunidades. La primera dentro de la cancha y la segunda desde el banco porque fue el técnico que obtuvo la segunda estrella en la Liga Santafesina en 1987.

En 1964 llegó a Colón de Santa Fe, donde el mismo año ese equipo que militaba en la B quedó inmortalizado por ganarle al Santos de Pelé y concluir una gran cosecha de victorias en partidos especiales.

Con lujo de detalles y sin resumir ninguna parte de la historia, “Chijí” rememoraba ese glorioso 10 de mayo que culminó con la victoria por 2 a 1.

“En la cancha no entraba ni un alfiler”, recordaba. Claro, el evento para la ciudad fue algo fuera de serie.

Santos, en esa época, hacia giras de partidos amistosos por el mundo y en su paso por Argentina también aceptó jugar con un equipo que estaba recién ascendido a la B Nacional: Colón.

El conjunto brasileño era bicampeón de la Copa Libertadores y de la Copa Intercontinental (1962-1963) y llevaba 43 partidos invicto.

El conjunto local, en cambio, venía de jugar el día anterior en Buenos Aires ante Platense, en un partido que perdió 2 a 0. Los jugadores se tomaron un avión y viajaron a Santa Fe, concentraron, descansaron y partieron al barrio Centenario para jugar contra el Santos de Pelé y otros tantos jugadores de Selección.

El partido, tal como era de suponer , lo empezó ganando el Santos con un gol de Pelé a los 37 minutos del primer tiempo. “Perdiamos 1 a 0 y a la jugada del empate tuve la suerte de hacerla yo”, recordaba en entrevistas el exColón.

Había un detalle no menor, Serenotti ese año jugó toda la temporada en una posición que no era la de él y tampoco disfrutaba mucho: wing izquierdo.

La titularidad le llegó por causales del destino y porque no había alguien más que pueda cumplir con los requisitos que necesitaba ese puesto. “Yo tuve la suerte que a lo mejor no tuvieron otros. Llegué a una práctica y lo veo al Chato Figueroa, el wing izquierdo titular con un yeso y le pregunto: ¿¡qué te pasó?! Y me dice:me rompí los ligamentos. No! Y ahora quién va a jugar el sábado contra Villa Dálmine?.” A lo que su compañero le responde; “Y…vos....”

Chijí recordaba con lujos de detalles esa charla porque, en principio, no le causaba mucha ilusión la idea de quedarse contra una de las líneas. Al joven ventiañero le gustaba jugar como lo hacía en Sanjustino, de 9 o de 10, con libertades.

Es así que sin perder tiempo, en ese mismo entrenamiento y a pedido de gauchada por el presidente Italo Gimenez y el DT “Chengo” Canteli, comenzó a jugar ahí. “No hay otro, Chijí. Vos sos rápido y le pegas con las dos piernas”, fueron los argumetos dados.

La cuestión es que esa desgracia de Figueroa se transformó en la suerte de Serenotti, porque a los 6 minutos del segundo tiempo y con marcador abajo por un gol de Pelé, el wing izquierdo de Colón recupera la pelota a mitad de cancha y desde la zona de los bancos entra en diagonal.

Deja a su paso a varios rivales y queda cara a cara con Gilmar. “Lo vi muy grande y pensé: a este no lo paso. Ahí veo que viene Motoneta López, le tiro el centro y se mete con pelota y todo adentro del arco”, recuerda el sanjustino que fue clave en el empate.

Luego, a los 42 minutos llegó el batacazo con el gol del Ploto Gómez y el mito comenzaba a gestarse.

“¿Vos te pusiste a pensar lo que hicimos ayer?”, le preguntó don Italo a Chijí, al otro dia en la oficina de la sede tomando unos mates.

El joven de 25 años escuchaba las palabras del presidente sabalero que seguia cayendo de a poco en la hazaña realizada con gran asombro.“¡Le ganamos al mejor equipo del mundo. Acordate que vamos a quedar en la historia del futbol munidal!”.

En 2022, el Concejo Delibertante de San Justo reconoció a Norberto “Chijí” Serenotti por su trayectoria como futbolista. Se destacó, en primer lugar, por su debut en la primera división del Club Sanjustino a los 15 años y también por haber formado parte del equipo titular de Colón que le ganó al Santos en el ‘64.

Más allá de todos estos reconocimientos que pudieron realizarsele en vida, sin dudas, que estamos despidiendo a uno de los protagonistas que en primera persona supo muy bien lo que significa “hacer historia”.

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